Kit rubio y castaño claro
100 % natural / orgánico
Podés elegir entre:
Pack 1
➝ 1 Cassia por 120 g
➝ 1 Henna por 120 g
➝ 1 Índigo por 120 g
Pack 2
➝ 2 Cassia por 120 g
➝ 1 Henna por 120 g
Para formular tonos rubios y castaños claros con plantas, se utilizan combinaciones de cassia, henna e índigo.
Las fórmulas que vas a ver a continuación están pensadas para:
* Cabellos con canas distribuidas de forma pareja, en un porcentaje de hasta alrededor del 30%.
* Cabellos totalmente canosos.
También pueden aplicarse sobre cualquier color de base que cumpla estas condiciones.
- En cabellos claros, el color vegetal se suma al tono existente y puede oscurecerlo.
- En bases oscuras, el color se depositará sobre las canas, sin modificar el resto del cabello.
Estas combinaciones están pensadas para cabellos con canas dispersas. No se recomiendan en casos de raíces blancas muy visibles o canas agrupadas por sectores.
La Cassia contiene ácido crisofánico, una antraquinona natural de color amarillo-dorado.
Esta planta no aclara el pelo ni tiñe el cabello oscuro, pero, cuando se utiliza pura y de manera frecuente sobre el pelo canoso, ayuda a mitigar los tonos blancos y grises, dando matices trigo. Además, realza el tono en cabellos rubios.
La cassia suaviza el pigmento cobrizo característico de la henna. Al combinar estas dos plantas, podemos obtener tonos rubios cálidos, como rubio fresa, damasco y rubio cobrizo. Cuanta más cassia se utilice, más claro será el resultado.
La Henna contiene lawsone, una naftoquinona natural de color rojizo anaranjado.
Si aplicamos esta planta pura sobre un cabello con canas dispersas, obtendremos reflejos cobrizos cálidos y luminosos. En el resto del cabello, el color final resultará de la mezcla entre su tono natural y el pigmento rojizo-anaranjado propio de la henna.
Al combinarla con un porcentae de polvo de amla se logran matices más fríos, atenuando los reflejos anaranjados y profundizando el color.
El Indigo contiene indican, una molécula que, al hidratarse y entrar en contacto con el aire, se transforma en indigotina, un pigmento azul que se fija sobre la fibra capilar.
Al combinarlo con henna, podemos obtener tonos que van desde rojos intensos y rojos marrones hasta marrones y negros. Si además incorporamos cassia, se logran rubios arena más fríos, así como castaños miel o caramelo.
Rubio arena:
75 % Cassia – 15 % Henna – 15 % Índigo
Rubio fresa:
75 % Cassia – 25 % Henna
Rubio zanahoria:
50 % Cassia – 50 % Henna
Rubio trigo:
90% Cassia 5% Henna 5% índigo
Castaño claro:
40 % Cassia – 30 % Henna – 30 % Índigo
Cobrizo ceniza:
50 % Cassia – 25 % Henna – 25 % Amla
A tener en cuenta:
Si vas a trabajar solo con cassia y henna, podés tamizar y mezclar ambos polvos en un mismo recipiente e hidratarlos juntos con un ingrediente ácido. Esto favorece la liberación del pigmento y mejora la fijación.
Podés utilizar:
– Amla, que además de acidificar, ayuda a enfriar el tono.
– O 10 % de vinagre de manzana orgánico.
Dejá reposar la mezcla entre 8 y 12 horas a temperatura ambiente. En épocas cálidas, reducí el tiempo a la mitad.
En cambio, si tu fórmula incluye índigo, es importante evitar ingredientes ácidos, ya que esta planta necesita un pH neutro o levemente alcalino para liberar su pigmento y oxidarse correctamente.
En este caso, vas a preparar henna y cassia con agua caliente (60–70 °C), sin acidificar, y las vas a dejar en reposo de 8 a 12 horas.
El índigo se hidrata por separado, con agua tibia (aprox. 50 °C), justo antes de teñirte, y se incorpora a la mezcla de henna y cassia. Esta planta no se debe reposar, se prepara y se usa de inmediato.